Novena a Maria Rosa Mística – septimo día

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

ACTO DE CONTRICIÓN

Jesús, Mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu Infinita Misericordia me has de conceder el Perdón de mis culpas y me has de llevar a la Vida Eterna. Amén

DÍA SEPTIMO

María, Rosa Mística, te pedimos por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que nunca queden campos sin sembradores, y siempre haya un pueblo necesitado del alimento diario. Por nuestro Papa y nuestros Obispos, para que siempre se alimenten con la fe de su pueblo.

Maria Rosa Mística
Maria Rosa Mística

“Hagan todo lo que él les diga”

Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo:

-“Ya No tienen vino”.

Jesús le contestó:

-“Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía”.

Ella dijo a los que estaban sirviendo:

-“Hagan todo lo que él les diga”.

Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían unos cincuenta a setenta litros. Jesús dijo a los sirvientes:

-“Llenen de agua esas tinajas”.

Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo:

-“Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.”

Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de donde había salido; sólo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo:

-“Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando todos los invitados han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora”.

Esto que hizo Jesús en Caná fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en Él. (Jn 2, 1-11)

Palabra de Dios.

Reflexión:

Cuando estamos atentos a los demás descubrimos cuáles son sus necesidades. María nos mueve a sentir los problemas del otro como propios y a ponernos en manos de Jesús para ayudar. Esa generosidad es el camino para llegar al corazón del Padre.

Oración:

María Rosa Mística: Te pedimos que nos estimules a ser generosos y a entregarnos al servicio de los demás. Que hagamos todo lo que Jesús nos diga en oración para que nuestras acciones descubran su presencia.

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