Las quince oraciones de Santa Brígida que puedes rezar hoy, 23 de julio, en la fiesta de la Santa

Santa Brígida te invita a recitar 15 poderosas oraciones, compromiso que puedes comenzar hoy, 23 de julio, en la fiesta litúrgica de la Santa

LAS 15 ORACIONES PARA RECITAR DURANTE 1 AÑO

Desde hace mucho tiempo Santa Brígida quería saber el número de golpes recibidos por Jesús durante su Pasión. Durante una aparición, Jesús le dijo: “Hija mía, he recibido 5480 golpes en mi cuerpo. Si quieres honrarlos, dirás 15 pater y ave todos los días con las siguientes oraciones que te doy, durante un año. Al cabo de un año habrás saludado cada una de mis heridas”.

Santa-Brigida-Suecia
Santa-Brigida-Suecia

Las Promesas

El Crucificado prometió a Santa Brígida los siguientes privilegios.

1.- Cualquiera que recite estas oraciones, obtendrá el grado máximo de perfección. 
2.- Quince días antes de su muerte, tendrá un conocimiento perfecto de todos sus pecados y una contrición profunda de ellos. 
3.- Quince días antes de su muerte le daré mi precioso cuerpo a fin de que escape del hambre eterna; le daré a beber de mi preciosa sangre para que no permanezca sediento eternamente. 
4.- Libraré del purgatorio a 15 miembros de su familia (algunas pueden ser del pasado, otras del presente y también del futuro)
5.- Quince miembros de su familia serán confirmados y preservados en gracia. (lo mismo)
6.- Quince miembros de su familia se convertirán. (lo mismo)
7.- Cualquiera que haya vivido en estado de pecado mortal por 30 años, pero si recita o tiene la intención de recitar estas oraciones devotamente, Yo, el Señor le perdonaré todos sus pecados. 
8.- Si ha vivido haciendo su propia voluntad durante toda su vida y está por morir (sin que la persona tenga el conocimiento que está por morir próximamente), prolongaré su existencia para que se confiese bien (confesión de vida)
9.- Obtendrá todo lo que pida a Dios y a la Santísima Virgen. 
10.- En cualquier parte donde esté diciendo las oraciones, o donde se digan, Dios estará presente con su gracia. 
11.- Todo aquel que enseñe estas oraciones a los demás, ganará incalculables méritos y su gloria será mayor en el cielo. 
12.- Por cada vez que se reciten estas oraciones, se ganarán 100 días de indulgencia. 
13.- Será liberado de la muerte eterna. (no se condenará)
14.- Goza de la promesa de que será contado entre los bienaventurados del cielo. 
15.- Lo defenderé contra las tentaciones del mal. 
16.- Preservaré y guardaré sus cinco sentidos. 
17.- Lo preservaré de una muerte repentina. 
18.- Yo colocaré mi cruz victoriosa ante él para que venza a sus enemigos. (Satanás y sus huestes)
19.- Antes de su muerte vendré con mi amada Madre, la Santísima Virgen Inmaculada. 
20.- Lo recibiré muy complacido y lo conduciré a los gozos eternos. Y habiéndolo llevado allí, le daré de beber de la fuente de mi divinidad ; cosa que no haré con los que no hayan recitado Mis oraciones.
21.- Se le asegura que será colocado junto al Supremo Coro de los Santo Ángeles.

Primera Oración

¡Oh, Jesús mío!, ¡oh, la Eterna Dulzura para los que te aman!, que siempre supera todo gozo y también deseo!, ¡oh, Salvación y Esperanza nuestra!, incontables pruebas nos has dado de que tú mayor Deseo llega a ser en todo momento estar con tus hijos, y fue este mismo deseo Sublime, ¡oh, Bendito Amor!, el que te llevó a asumir la naturaleza humana. Gracias por tú sacrificio oh señor Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Santa Brígida
Santa Brígida

Segunda Oración

¡Oh, Salud y Alimento de las almas, ¡la verdadera Libertad de los ángeles y de los santos!, ¡El Paraíso de las Delicias!, recordad el gran Horror y también la Tristeza que llegaste a sufrir, cuando ibas caminando al lugar en donde te aguardaba una cruz, los 4 clavos y también los verdugos, cuando toda esa gran multitud de personas se apretujaba a tú caminar y te golpeaban, hasta insultándote impunemente, haciéndote víctima de las más terribles y espantosas crueldades.

Sin embargo, más te dolía su gran ingratitud que los mismos golpes que te infligían, pues era justamente por estos y por todos los seres humanos, que llevaste esa gran Cruz sobre tus destrozados Hombros.

Por todos esos tormentos y los ultrajes, y también por las muchas blasfemias que fueron proferidas en contra de ti, en este día te ruego, ¡oh, Señor Dueño del corazón de tus fieles!, que los libres de todos sus enemigos, tanto los visibles como los invisibles, y que bajo tú gran Protección logre tal clase de perfección y de santidad que logre merecer el entrar contigo en tú Santo Reino. Amén.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Tercera Oración

¡Oh, Señor dueño de toda la existencia humana!, Tú, que siendo el gran Creador de todo el Universo, al igual que del Cielo y de la Tierra, también de los ángeles y de los hombres, a quien nada puede llegar a abarcar ni tampoco limitar, y que todo lo llegas a envolver y a sostener con tú eterno y gran Poder, no obstante, te dejasteis matar por tú eterna Obra Maestra, que es el Hombre, para poder justificarlo ante ti mismo oh mi señor.

Por favor recuerda cada uno de los dolores sufridos, al igual que cada uno de los Tormentos que fueron soportados por tú gran Amor, cuando los mismos judíos con enormes clavos llegaron a taladrar tus Sagradas Manos y tus Pies oh mi señor.

¡Qué terrible es la escena que se produjo cuando, con gran indescriptible crueldad, tú Cuerpo tuvo que llegar a ser estirado sobre la Cruz para que tus bellas manos y tus Pies pudiesen llegar a alcanzar los huecos que fueron con anticipación abiertos en el madero!

¡Con cuánta fuerza y furia agrandaron todas aquellas Heridas! ¡Cómo estos hombres llenos de maldad agregaron un dolor al Dolor cuando llegaron a estirar tus miembros sagrados de manera violenta en todas las direcciones!, ¡oh, gran Varón de Dolores!

Por favor mi señor recuerda cuando tus Músculos y tus tendones llegaban a ser estirados sin ninguna clase de misericordia, tus venas se llegaron a romper, tu piel virginal se llegaba a desgarrar de forma horrible y tus huesos fueron dislocados.

¡Oh, eterno Cordero Divino!, en la memoria de todo lo sucedido en la Colina del Gólgota, te pido por favor que me concedáis lo que es la Gracia de poder amarte y honrarte durante cada día más y más. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Cuarta Oración

¡Oh, gran Divino Mártir de Amor!, ¡oh, excelente Médico Celestial!, que te dejaste colgar en la Cruz para que por cada una de tus heridas, las de toda la humanidad fuesen curadas. Por favor recuerda cada una de esas Heridas y por la tremenda debilidad de tus Miembros, que llegaron a ser distendidos hasta tal manera que nunca ha habido un dolor similar al como el tuyo.

Desde la Cabeza hasta los Pies todo eras Llaga, todo eras Dolor, todo era Sufrimiento; eras una masa quebrada y sanguinolenta. Y todavía en esa condición llegaste, para la sorpresa de todos tus verdugos, a suplicar al Padre Eterno, el Perdón para ellos diciéndole: ¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen!.

¡Oh, amado Cristo Bendito!, en las memoria de esta gran Misericordia tuya que llegaste a tener ya que muy bien simplemente podías lanzar a todo aquel mundo tan lleno de maldad a los abismos infernales con tan solo un simple acto de tu voluntad poderosa, por toda aquella tan grande Misericordia que llegó a superar a tu Divina Justicia, en este momento te pido que le concedas a cada uno de tus fieles seguidores una contrición perfecta y también la remisión total de cada uno de sus pecados, desde el primero hasta el final, y que nunca más vuelva a llegar a ofenderte. Amén.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Quinta Oración

¡Oh, Santo Jesús!, ¡oh, el gran Esplendor de la Eternidad!, por favor te pido que recuerdes cuando llegaste a contemplar en la Luz de tu Santa Divinidad cada una de las almas de los predestinados, que iban a ser rescatados por los Méritos de tu Sagrada Pasión mi Cristo. También que llegaste a ver todo aquella tremenda multitud que iba a ser condenada por cada una de sus pecados.

¡Cuánto te quejaste por ellos! Simplemente te compadeciste, ¡oh, Buen y amado Señor Jesús!, hasta de todos aquellos réprobos, de todos aquellos desafortunados pecadores que no se iban a lavar con tu preciosa Sangre ni tampoco se alimentarían con tu eterna Carne por medio de la Eucaristía.

Por tu eterna e infinita Compasión y también Piedad, y acordándote de tu gran Promesa que le hiciste al ladrón que se encontraba arrepentido a tu lado, al decirle que en ese mismo día él estaría contigo en el Paraíso, ¡oh, Salud y también Alimento del alma humana!, por favor muéstrame esta misma Misericordia en el momento de que cada uno de tus fieles partan de este mundo al mundo celestial. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Sexta Oración

¡Oh, mi amado Rey y también el deseado por el corazón de muchos!, por favor te pido que te acuerdes del dolor que llegaste a sufrir cuando, estabas desnudo y como un criminal corriente y fuisteis clavado y alzado en una Cruz. ¡Cómo te dolió ver que tus mismos familiares y amigos desertaban!

Sin embargo, en ese lugar se encontraba tu Muy Amada Madre y también tú Discípulo amado Juan, que siempre estuvieron contigo hasta tu Último Suspiro en ese lugar, no importando que su propia naturaleza humana estuviese desmayando. Y, para el colmo de tu eterno amor por cada uno de los humanos, les hiciste aquel regalo tan hermoso: ¡Les distes a María como Madre!

¡Cuánto no te deben, oh Salvador nuestro, por este regalo tan sublime! Solo tuviste que decir a tu madre María: “¡Mujer, he aquí a tu hijo!”, y a tú discípulo amado Juan: “!He aquí a tú Madre!”.

Te pido en este día, ¡oh, Rey de la Gloria!, por la gran espada de Dolor que en ese momento de atravesó el alma de tú Santa e Inmaculada Madre, que te compadezcas de cada una de las personas cuando se encuentren en sus aflicciones y también tribulaciones, tanto las corporales como las espirituales, y que les asistas en cada una de las pruebas, en especialmente en la Hora de su muerte. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Séptima Oración

¡Oh, Santo Rey de Reyes!, ¡Fuente de la Compasión que nunca se agota!, por favor recuerda cuando sentiste toda aquella sed tan tremenda por cada una de las almas, que te llevó a exclamar desde la Cruz: “¡Tengo Sed!” Sí, no se trataba únicamente de una Sed física, sino que se trataba también de una Sed insaciable por lo que era la Salvación de toda la Raza Humana.

Por este mismo gesto de Amor por cada uno de los seres humanos, te pido oh señor, ¡oh, Prisionero de nuestro amor!, que inflames el corazón de muchos con el deseo de llegar a tener en todo momento hacia la perfección en todos sus actos, que extingas en ellos la concupiscencia de la carne y también de los deseos de los placeres mundanos. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Octava Oración

¡Oh, la constante Dulzura de todos los fieles !, ¡oh, el gran Deleite diario del espíritu de muchos por el gran sabor de tan amargura de esa hiel y el vinagre que te llegaron a dar a probar en vez de darte agua como debía de ser, para poder aplacar tú santa sed física, te pido mi señor que aplaques también la sed de muchos de tus seguidores por tú Vivificadora Sangre y también el hambre por tú Redentora Carne, desde este momento y para siempre, y que nunca jamás les falte al momento de su muertes. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Novena Oración

Oh mi amado señor Jesús, la virtud real y el gozo del alma de muchos, por favor acuérdate del gran dolor que sentiste, cuando fuiste sumergido en un océano de muchas amarguras, al llegar a acercarte a la muerte. El cual fuiste insultado y ultrajado por cada uno de tus verdugos, y que clamaste en elevada voz al cielo diciéndole al padre que habías sido abandonado por él.

Esas palabras que fueron expresadas por tú boca diciéndole: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Por toda esa gran angustia que llegaste a padecer en esos momentos cumbres de tú pasión, te pido que en este día oh mi señor salvador de los hombres, que no abandones a ninguna de tus fieles en el transcurso de los terrores y los dolores de su muerte. Amén.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Décima Oración

¡Oh, Jesús!, que eres el Principio y el Fin de todo lo que ha sido creado, la Virtud, Luz y la Verdad, por favor acuérdate de que por causa de los hombres fuisteis sumergido en un Abismo lleno de Penas, llegando a sufrir el Dolor en todo tú Santo Cuerpo. En consideración a la intensidad de tanta Llaga que te hicimos los hombres, por enséñame a guardar por puro amor a ti todos tus sagrados Mandamientos, que son el Camino de tú Divina Ley, grande y agradable para todos aquellos que te aman. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Undécima Oración

¡Oh, Jesús mío, Abismo de la Insondable de Misericordia!, en este día te pido, que en memoria de tusa Heridas, las cuales llegaron a penetrar hasta la Médula de tus Huesos y hasta lo más profundo de tú Ser, ¡que me apartes en todo momento del pecado!

¡Que no te ofendas más! En este día te reconozco con gran bochorno que soy un ser miserable pecador y que te he llegado a ofender ¡en muchas ocasiones! que temo que Vuestra Divina Justicia me condene. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Duodécima Oración

¡Oh, Jesús, Eterna Verdad, Símbolo de la Perfecta Caridad y de la Unidad!, Os suplico que Os acordéis de aquella multitud de laceraciones, de aquellas horribles Heridas que te hicieron la Humanidad pecadora que queríais salvar.

Estabais hecho un guiñapo humano, enrojecido por Vuestra propia Sangre. ¡Qué inmenso e intenso Dolor padecisteis en Vuestra Carne Virginal por Amor a nosotros!, ¡oh, Dulzura Infinita! ¿Qué podéis hacer que no hayáis ya hecho por nosotros? Nada falta, todo lo habéis cumplido. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Décima Tercera Oración

¡Oh, Dulce Consuelo de mi alma, Maravilloso Liberador, ¡Rey Inmortal e Invencible!, recordad cuando, inclinando Vuestra Adorable Cabeza, toda desfigurada por los golpes, la Sangre y el polvo del camino, exclamasteis: «Todo está consumado»… Toda Vuestra Fuerza, mental y física, se agotó completamente. Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Décima Cuarta Oración

¡Oh, Doliente Jesús!, ¡oh, incomprensible Segunda Persona de la Trinidad, Esplendor y Figura de Su Esencia!, recordad cuando con gran Voz entregasteis Vuestra Alma a Vuestro Padre Celestial, diciéndole: «¡Padre, en Tus Manos encomiendo mi espíritu!» Vuestro Cuerpo estaba despedazado y Vuestro Corazón destrozado, pero Vuestras Entrañas de Misericordia quedaron abiertas para redimirnos. Así expiraste, ¡oh, Amor Infinito! Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Décima Quinta Oración

¡Oh, Vencedor de la Muerte!, ¡Vid Verdadera y Fructífera!, recordad aquel torrente de Sangre que brotó de cada Parte de Vuestro Bendito Cuerpo, igual que la uva exprimida en el lagar.

Desde el lugar de la Flagelación y a través de las calles de Jerusalén, por toda aquella Vía Dolorosa hasta la Colina Sagrada, Vuestra Sangre derramada escribía las Bellas Páginas de la Historia del Corazón que más nos ama…¡El Vuestro! Recordad cómo la Tierra, agradecida, pero a la vez espantada, recibía Vuestra Preciosa Sangre.

Toda la Naturaleza, de horror temblaba, y los cielos se estremecían; los Ángeles y hasta los demonios se sorprendían ante ¡aquella increíble escena! ¡Todo un Dios moría! ¿Qué era aquello? ¿Qué sucedía? Aquel primer Viernes Santo, ¡oh, Jesús!, ¡abríais el Cielo para la Humanidad pecadora! Así sea.

Al finalizar se realiza una oración del Padre Nuestro, al igual que 1 Ave María y se termina con 1 Gloria.

Oración Final

¡Oh, Dulce Jesús!, te pido que hieras el corazón de tus hijos a fin de que sus lágrimas de amor y de penitencia le lleguen a servir de pan, tanto de día como de noche. Por favor convertirlos enteramente, ¡oh, mi Señor!, a ti.

Por favor has que sus corazones lleguen a ser tú Habitación Perpetua y que mi conversación te sea agradable. Que el fin de su vida te sea de tal suerte loable que, después de mi muerte, pueda merecer Vuestro Paraíso y alabarte para siempre en el Cielo con todos Vuestros Santos. Amén.

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