Oración a San Ignacio de Loyola para problemas difíciles, desesperados

Cada 31 de julio la Iglesia recuerda la fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, conocida como los jesuitas

Oración

Glorioso san Ignacio de Loyola, insigne predicador de los Evangelios, gran servidor del Señor y prestigioso fundador de la Compañía de Jesús: hoy acudo ante ti y por la devoción que tuviste al excelso misterio de la Santísima Trinidad 
y a la Santísima Virgen María, Madre de Dios y nuestra, 
te ruego seas mi benefactor, mi asistente en las Alturas y me prestes tu valiosa ayuda en este momento de desaliento 
en que me veo envuelto-a y del que no puedo salir por mis medios.
Oh santo venerado y grandemente aclamado por la gente, 
quiero solicitar tu poderoso valimiento en los Cielos, 
sé que tú nunca dudaste de la Divina Providencia 
y que saliste de tus penas confiando siempre en el Auxilio Divino, 
sé que fuiste una persona entregada a favorecer a los demás 
y que jamás dejaste de ayudar a los mas necesitados, 
por ello te pido seas mi protector en los asuntos terrenales 
y consigas que se acabe todo lo que es causa de mi desesperación. 

Por tu inmensa virtud y bondad, por tu gran corazón, 
por lo mucho que deseas el bienestar y la paz nuestra, intercede te suplico por mis asuntos ante el Trono del Altísimo, 
por favor, haz que me reciba en su Corazón y preste atención, solicítale que tenga piedad de mí y cuanto antes me conceda alivio
en este difícil y muy angustioso problema que tanto me aflige, 
que me quita el sueño y por el que hoy tanto padezco y sufro:
(decir lo que se quiere conseguir). 

Te suplico emplees tu generosa ayuda en darme alivio y consuelo,
si es para mayor gloria de Dios, honor tuyo y provecho de mi alma, que yo consiga lo que pido con humildad en esta oración. 

Oh san Ignacio bendito y glorioso santo lleno de fervor, 
alcánzame del Señor lo que me hace falta para superar mi dolor; acomoda mi solicitud, junto a mis pensamientos, palabras y obra sa lo que fue siempre el emblema de tus heroicas empresas:y que tu decías a diario “para mayor gloria de Dios”.
San Ignacio de Loyola, santo amable, santo de plena caridad, 
por ser prodigioso protector y especial abogado nuestro, 
acude cuanto antes a nuestra llamada y danos tus beneficios, y por el puesto que ocupas hoy en las Alturas te pido también 
me ayudes a ser fiel a la Palabra y conseguir la Salvación, 
líbrame en esta vida de todo peligro espiritual y material   y guíame con tu virtud por los inmensos caminos del bien, para que pueda vivir conforme a la voluntad de Dios, y que después de esta vida encuentre la bienaventuranza en la otra, para poder estar contigo en los Cielos para toda la eternidad.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo,Gloria a la Santísima e indivisa Trinidad, como era en el principio, ahora y siempre, por todos los siglos de los siglos.

Amén. 

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