La Santa Cruz sea mi luz,
no sea el demonio mi guía.
¡Apártate, Satanás!
no sugieras cosas vanas,
maldad es lo que brindas,
bebe tú mismo el veneno.
Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti. ¡Bendita tú entre todas las mujeres! ¡Bienaventurada tú que has creído! tu corazón fue traspasado junto con el corazón de tu Hijo y ahora no cesas de interceder por nosotros. Te consagramos nuestras fuerzas y disponibilidad para estar al servicio de la evangelización. …
Santa Rosa, “Rosa y Reina del Perú”, encendida en el amor a Dios y a la fe, te apartaste del mundo y te entregaste a Cristo en medio de admirables penitencias. Quisiste ser apóstol y llevar a todos los hombres hacia Jesús. Para ello renunciaste a tu hermosura y a tus atractivos humanos, mortificando tu …
Gloriosa Santa Ana, Patrona de las familias cristianas, a Ti encomiendo mis hijos. Se que los he recibido de Dios y que a Dios les pertenecen por tanto te ruego me concedas la gracia de aceptar lo que su Divina Providencia disponga para ellos. Bendíceles oh Misericordiosa Santa Ana, y tómalos bajo tu protección. No …
Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz. Que en paz descansen. Amén.
Señor Jesus, Tú que en la cruz perdonaste a quienes te ofendieron e injuriaron, a quienes te causaron tanto dolor. Enséñame a perdonar a quienes me han hecho sufrir. Dame la sabiduría de corazón, para no guardar rencor a mis hermanos y saber perdonar sus errores; recuérdame, Señor que tengo que perdonar, para que tú me perdones, …
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Ven, Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz. Ven, padre de los pobres, ven, dador de gracias, ven luz de los corazones. Consolador magnífico, dulce huésped del alma, su dulce refrigerio. Descanso en la fatiga, brisa en el estío, consuelo en el llanto. ¡Oh luz santísima! llena lo más íntimo de …
Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed… Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia. Gracias Señor, porque nos amastes hasta el final, hasta el extremo que se puede …
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas …
Señor Jesús, aquel (aquella) a quien amas está enfermo (a). Tú lo puedes todo; te pido humildemente que le devuelvas la salud. Pero, sin son otros tus designios, te pido le concedas la gracia de sobrellevar cristianamente su enfermedad. En los caminos de Palestina tratabas a los enfermos con tal delicadeza que todos venía a …
La Santa Cruz sea mi luz,
no sea el demonio mi guía.
¡Apártate, Satanás!
no sugieras cosas vanas,
maldad es lo que brindas,
bebe tú mismo el veneno.
Oh Maria, madre de Jesucristo y madre Nuestra, tu que estas junto a nuestras cruces como permaneciste junto a la de Jesus, sostén nuestra fe, para que aunque estemos inmersos de dolor, mantengamos la mirada fija en el rostro de Cristo en quien, durante el sufrimiento extremo de la cruz se manifestó el amor inmenso …
Tú que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre conformes a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos. Por Cristo tu Hijo, Nuestro Señor. Amen.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Bendícenos Señor, bendice estos alimentos que por tu bondad vamos a recibir, bendice las manos que los prepararon dale pan al que tiene hambre y hambre de ti al que tiene pan. Amén
Oh Glorioso príncipe de la Hueste Celestial, San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla y en el terrible combate que estamos librando contra los principados y Potestades del aire, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, en contra de todos los Espíritus del Mal. Ven en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, …